Guns Akimbo (2019), cuando Harry Potter cambió su varita mágica por un par de pistolas - Crítica y review
Muchos directores han intentado en las últimas décadas seguir la estela de películas de culto que mezclan con acierto y sin pudor potentes dosis de violencia, temática ciborg-punk-fantástica, comedia de serie B ─tirando a negra─ y un argumento apoyado en un contexto de una sociedad distópica futurista donde las masas son controladas por medio de tecnología. No todas con éxito, lógicamente. Y mucho menos si meten videojuegos por medio. Casi siempre que hay referencias al mundo de los videojuegos tiemblo esperando que la cosa decaiga rápidamente en los primeros minutos. ¿Pasará también con este peculiar trabajo de Daniel Radcliffe?
A toro pasado, tengo la sensación de que Guns Akimbo es una de esas películas que no me pediría el cuerpo volver a ver. Eso, de por sí, ya es una crítica personal. Pero destripemos más allá de una emoción personal qué tiene esta cinta que apenas hace headshot en la diana, tras gastar todo el cargador.
¿Te gustan las armas? Toma dos... atornilladas
Escrita y dirigida por Jason Lei Howden, director neozelandés casi novel, pero con una gran experiencia en Visual FX en casi más de 20 trabajos ─incluyendo las tres de la saga "El Hobbit"─, Guns Akimbo es su segundo largometraje con el que presumo no buscaba romper moldes en una especie de sátira cómica sobre el morbo mediático actual, sino más bien ridiculizarlo.
Si tuviera que hacer ingeniería inversa con esta película diría que este hombre ha mezclado en su cóctel varios ingredientes principales reconocibles, como robocop ochentero, juez dredd noventero y planet terror tarantinero de cualquier década. Todo metido en la batidora, añadiendo temática de videojuegos, un antihéroe y grandes dosis de humor (bastante elemental, todo hay que decirlo) y generosas cantidades de gore.
CURIOSIDAD. Se conoce como Guns Akimbo a la técnica de llevar dos armas, una en cada mano, durante un combate. Es considerada como poco práctica y solo confiere como ventaja evidente contar con el doble de munición. Pero en la ficción muchos personajes han hecho de ella todo un símbolo: por ejemplo Neo en Matrix. Sin ir más lejos, en el mundo retrogaming, también gusta de ir armada en ambas manos por defecto la aristocráta Lara Croft en la saga de Tomb Raider.
Uno contra uno y que gane el mejor
Con este contexto y referencias, imaginemos a los concursantes de un reality como Supervivientes, o a los tertulianos de un Sálvame telecinquero violento, puestos hasta arriba de sustancias, teniendo que matarse entre ellos. Todo transmitido en streaming y en riguroso directo como un combate de personajes zafios del peor Street Fighter, pantallas de versus y FIGHT! incluidas. No habría sociedad actual que lo tolere ─aunque a los de Sálvame poco les queda para llegar a las manos─, pero hey, estamos hablando de un universo de ficción.
Esa pretendida originalidad, de cazarse mutuamente, se desvanece rápidamente, porque efectivamente no es nada nuevo bajo el sol. Ya tenemos Juegos del Hambre. Y echando la vista aún más atrás la extrañísima, polémica y memorable Battle Royale del año 2000.
Se diferencia de estas en la difusión a escala global por internet, como una suscripción de pago o un Youtube sangriento, con todo lo que conlleva: el mundo viral y absurdo donde se mide el éxito por vistas, usuarios babosos troleando y likes como interacción. Donde una vez dentro como espectador te sientes un poco como cuando ves un gameplay de un shooter en primera persona tipo Doom, pero con humanos que sangran.
Pelele VS asesina letal
Pues en esas está Miles, un patético programador de tercera en una empresa de juegos para móvil, que pasa su tiempo frente a la pantalla troleando con insultos ─con el valor del que carece en la realidad─ a los usuarios de Skizm, la red "social" de asesinatos. Se pone tonto con quien no debe y le obligan a participar en el juego, con un aliciente que no puede rechazar: sus pistolas. Miles se sentirá irremediablemente atraído hacia ellas...
Su rival, Nix, papel de Samara Weaving, es una asesina repleta de traumas que, en el fondo, busca algo de redención. Y ya está desplegado todo el circo: faltan las persecuciones televisadas entre ellos, la progresión del pelele ─que tiene que ponerse las pilas para sobrevivir─, mientras un malo de serie B (en el sentido de cutre), cumpliendo su ridículo papel, presiona a ambos con extorsión. Culmina el pastel una masa enfervorecida que reclama sangre, al estilo de circo romano moderno, reventando los marcadores de estadísticas y unos secuaces punkies que parecen jefes de mitad de fase para aliñar.
Hasta ahí desvelo la trama, para los que quieran pasarse 90 minutos disfrutando del desenfreno de carnaza que Daniel Radcliffe nos trae (lo suyo son las películas peculiares, sin duda) y que lo hagan sin spoilers.
Me parece que te has quedado sin munición...
Al final el resultado es muy irregular. Es cierto que arranca con interés, mucho: la premisa es desatornillante desternillante, con referencias al mundo friki y de gamers. Pero no soporta la presión por dos motivos: no tomarse en serio nunca (algo que también hace Deadpool, pero no constantemente) y un guión flojete de profundidad escasa.
Espectaculares las escenas, sí. Entretenida, máxime teniendo a "Harry Potter" en calzoncillos durante gran parte del metraje, también. Que explota y muere todo lo susceptible, perfecto. Pero se queda ahí. Ojo, que tampoco es para denigrar la película. Simplemente es pasable, pero podría haber sido una maravilla en lugar de un blockbuster frikioso.
Son, sin duda alguna, en los efectos especiales y todo el trabajo digital de cámaras y escenas de acción, donde hay que quitarse el sombrero y alabar el trabajo del equipo técnico. Es razonable pensar que, siendo el director ya un experto en la materia de FX, haya pulido hasta el máximo este apartado.
Teniendo en cuenta estos aspectos, no hay que dejar pasar la oportunidad de ver a Harry cambiando la varita por un par de pistolas, en un papel que le queda hecho a medida, haciendo de auténtico nerd hater que se mete en problemas por ser bocachancla.
Vete preparando palomitas, porque en lo que hay que disfrutarla ─en su gore y humor─, cumple de sobra. Y la relación fundamental entre ellos dos (Miles y Nix) da mucha, mucha vida a este tributo al más alocado cine B de corte actual.
¿Apetece una preview? Aquí el trailer oficial (subtitulado)
YIN YANG RETRÓNICO ☯
👍 Lo mejor: Daniel Radcliffe dejando atrás hace mucho al infantil y aniñado Potter. El personaje de Nix, encarnado por Samara Weaving. Look de comic. Los efectos digitales. Música ochentera y algo de chiptunes. Entretiene. No se toma en serio. Mares de sangre y violencia. Trasfondo actual de videojuegos, youtubers e influencers. El troleo en redes.
👎 Lo peor: El desenlace final. Muy previsible. El humor simplón, que ya quisiera ser negro, pero no pasa de gris. El guión absurdo, incluso dentro del universo del argumento. La policía del futuro es asombrosamente inútil. Riktor, el villano malote, más plano que una hoja de papel.
RETROCONCLUSIÓN
🍿 Palomitera floja
¿Dónde verla? Exclusivamente en Amazon Prime. Si quieres encontrarla por otros medios, buena suerte. ¿Por qué complicarse la vida cuando la suscripción a Amazon Evil es ridículamente barata? No merece la pena perder tiempo rebuscando torrents de dudosa procedencia y con posibilidad de contenido "sorpresa" en forma de malware.